José Luis Perales - El soñador
A mirar el cielo en el amanecer
alguien le enseñó cuando era un niño,
a mirar la lluvia desde su cristal
y a la golondrina hacer su nido.
Y con la guitarra en sus manos
hizo de canciones un camino,
y con la mañana se marchó feliz
a cantar al mundo su verdad.
Y se volvió soñador,
y quiso ser amigo de la libertad,
y de la flor, y del amor,
y quiso ser poeta en la ciudad.
Y no encontró la luz del sol,
y mudo entre la gente se quedó.
Y se volvió soñador,
y quiso ser amigo de la libertad,
y de la flor, y del amor,
y mudo entre la gente se quedó.
Cuando recordaba su niñez feliz,
se le dibujaba una sonrisa,
y sobre su frente se podían ver
esas ilusiones que tenía
por tomar de nuevo su guitarra
y cantar aquellas melodías
al nacer el sol por la montaña
o al morir el fuego en el hogar.
Y se volvió soñador,
y quiso ser amigo de la libertad,
y de la flor, y del amor,
poeta de la gente, nada más.
Y regresó y se quedó,
y quiso en la colina hacer su hogar.
Y se volvió soñador,
y quiso ser amigo de la libertad,
y de la flor, y del amor,
poeta de la gente, nada más.
Y regresó y se quedó,
y quiso en la colina hacer su hogar.